jueves, 24 de noviembre de 2011

Enfermedades del aparato digestivo

El cuadro que se encuentra con mayor frecuencia en los caballos es el cólico. Al cólico se le conoce como el dolor producido por un trastorno del tracto digestivo. Los síntomas:, se revuelca o tiende en el suelo, piafa, vuelve la mirada a los costados se niega a comer o expulsa excrementos en cantidad anormal (generalmente disminuída) o de calidad anormal (duros, cubiertos de moco, blandos, malolientes o diarréicos).
El cólico se divide en diferentes tipos, dependiendo de los síntomas y en los resultados del examen de los sonidos abdominales (borborigmos) resultantes del peristaltismo, de la sangre y de la temperatura rectal; la palpitación per rectum del contenido abdominal y el examen del líquido peritoneal obtenido por punción con aguja a través de los músculos del vientre también ayudan a hacer el diagnóstico.
Principales Tipos de Cólicos
  • Obstrucción Simple
  • Timpanismo
  • Cólico espasmódico
  • Cólico tromboarterítico
  • Torsión de intestino

Obstrucción Simple

Causado por la acumulación del alimento, digerido parcialmente, en el intestino. La cantidad de alimento acumulado va de acuerdo al sitio de obstrucción. Por ejemplo en el íleon es pequeña, pero si ocurre en el colon o en el ciego se acumulan grandes cantidades.

Timpanismo

Causado por distensión gaseosa del intestino, generalmente se debe a la fermentación o hiperproducción de gases por bacterias que no están presentes en el intestino normalmente.

Cólico Espasmódico

Produce una hiperactividad en la pared intestinal, dando como resultado la presencia de espasmos dolorosos que van acentuándose por la acumulación local de gases.

Cólico Tromboarterítico

El cólico tromboarterítico se da por el bloqueo de una rama pequeña o grande de las arterias que abastecen sangre a la pared del intestino. Estas arterias van por los mesenterios, de los que está suspendido el intestino en la cavidad abdominal. Los sitios mas afectados, son el intestino delgado y el ciego, y la causa es la lesión causada en los vasos sanguíneos por las formas larvarias del parásito S. vulgaris. La gravedad de esta última forma depende en parte de la zona intestinal privada de sangre, que a su vez depende del tamaño de la arteria donde se aloja el coágulo; el proceso es el mismo en todos los casos; la zona privada de sangre se inflama y, de lo contrario se desarrolla un abastecimiento sanguíneo alternativo a partir de los vasos vecinos, la parte afectada muere en un estado parecido a la gangrena. La inflamación del revestimiento intestinal exterior conocida como peritonitis, causa dolor agudo y dando lugar a que se peguen una con otra dos asas de intestino.
Las lesiones de esta naturaleza causan una obstrucción aguda porque el peristaltismo (movimiento del intestino que impulsa el alimento a lo largo del tracto alimentario) no atraviesa la parte afectada, o bien se produce parálisis en varios partes del intestino. La gravedad y duración del cólico va de acuerdo a la extensión de la lesión. En ocasiones se cura, sin embargo en otros casos origina trastornos del contenido líquido y salino de la sangre, que terminan en un estado de shock e insuficiencia cardiaca.

Torsión de intestino

Torsión de intestino (vólvulo) es otro ejemplo de obstrucción aguda. Porciones intestinales quedan atadas en un nudo o enredadas en desgarros del mesenterio, con consecuencias análogas a las de los casos de bloqueo arterial por trombos. Cualquier tipo de cólico puede producir como secuela una rotura de intestino, aunque esta complicación es más frecuente en los casos de timpanismo y en los de lesiones producidas por trombos o por la actividad de parásitos. El estómago puede romperse por timpanismo, mientras que el colon y el ciego son más propicios a sufrir las consecuencias de las lesiones parasitarias.

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