jueves, 24 de noviembre de 2011

Enfermedades de los organos genitales

La yegua: Los órganos genitales de la yegua están compuestos por ovarios, trompas de Falopio, útero, cuello del útero, vagina, vulva y glándulas mamarias. Las enfermedades primarias de estos órganos son relativamente raras, pero, son frecuentes los trastornos secundarios, como son los tumores de ovario y las infecciones uterinas por especies de Klebsiella o Pseudomonas, o el exantema coital. Las infecciones uterinas por estreptococos y otros de bacterias aparecen cuando existen anomalías de conformación de la vulva y del periné, que facilitan la entrada de aire a través del tracto genital.
Los casos mejor conocidos como inflamación de las glándulas mamarias, son bastante escasos ya que no es común la práctica de ordeña artificial en las yeguas, siendo más común en las vacas. Se presenta con mayor frecuencia en las yeguas estériles, las que están criando un potro y en las que han dejado de hacerlo recientemente. Las yeguas mayores de un año e incluso las que no llegan a esta edad pueden resultar asimismo afectadas. En la mayor parte de los casos, se hincha y se torna dolorosa la mitad de la ubre, molestias, al ser de gravedad, puede presentarse cojera en los miembros posteriores. Produciendo hinchazón abultada en la parte anterior de la glándula o en dirección ascendente, en la zona situada entre los miembros posteriores. Los casos de mastitis pueden tratarse mediante la administración de antibióticos por vía intramuscular o intramamaria.
Principales tipos de enfermedades:
  • Infertilidad
  • Enfermedades de la preñez
  • El semental
  • Enfermedades del potro recien nacido
  • Enfermedades del potro durante los dos primeros años de vida.
  Infertilidad
Se caracteriza por una reducción relativa de la actividad reproductora, con relación a los resultados previstos, su origen puede atribuirse a la yegua o al semental. La definición patológica, es aquella que dificulta que la yegua quede preñada, debido a una ligera infección del útero, ó tal vez a una disminución de la calidad del semen del macho, impidiendo la concepción.
La esterilidad consiste en una total incapacidad para concebir, se produce por anomalías cromosómicas, senilidad, trastornos indurativos del útero, bloqueo en las trompas de Falopio o tumores ováricos.
La infertilidad del semental puede ser temporal en ocasiones es causada por ligeras lesiones que pueden llegar a ser permanentes. Los síntomas, van desde una disminución de la libido (reducción de la capacidad de erección, de efectuar la introducción del pene o de eyacular, de montar a la yegua) o manifestaciones de la existencia de un semen de baja calidad (es decir un bajo número de espermatozoides, escasa motilidad). Al igual que ocurre en la yegua, el semental puede ser infecundo en algunas circunstancias, tal es el caso en que se le somete a un excesivo trabajo, o la atención es mínima, lo cual no ocurre si su manejo es en condiciones óptimas. La mayor parte de los sementales deben ser capaces de producir un 70 % de preñeces en un grupo de 40 yeguas, a una tasa de 2,5 coitos por cada yegua, en cada temporada de acoplamiento. Todos los niveles de producción inferiores a estas tasas son posibles; cuando un individuo es incapaz de dejar preñada al menos a una de todas las yeguas presentadas, se dice que es estéril. Sin embargo, con fines prácticos, se considera totalmente infecundos a los sementales que no pueden lograr una tasa de fertilidad de más del 20%.

Enfermedades de la preñez :
La gestación de la yegua tiene una duración de 320 a 360 días. Los alumbramientos entre los 300 y los 320 días se consideran prematuros: ya que presentan pequeñez, debilidad, y dificultades para sobrevivir. Los que nacen con menos de 300 días se consideran abortos y no tienen posibilidades de vida. Las posibles causas de que un aborto se presente van desde infecciones bacterianas, víricas o micóticas. Los microbios causantes de la infección atacan la placenta y/o órganos del feto, destruyendo su capacidad para vivir o desarrollarse normalmente. De las causas no infecciosas del aborto no se tiene mucha información, algunas son ocasionadas por trastornos genéticos, hormonales, inmunológicos, o circulatorios, sin embargo, no existe un conocimiento detallado del tema, solamente nos queda la información teórica para el diagnóstico.
En la actualidad, existe sólo una forma de aborto de carácter epidémico; el cual es producido por Herpes virus equino tipo 1., este virus ataca el sistema respiratorio, la causa por la cual produce abortos en relativas ocasiones se desconoce. Se presenta con mayor frecuencia a partir del 7º al 9° mes de la gestación, en ocasiones puede presentarse más tarde, incluso cerca del termino del embarazo. Suele ser espontáneo, sin que exista desarrollo mamario previo, expulsando las membranas fetales junto con el feto, o un poco más tarde. Los signos que presentan los potros que nacen en fecha próxima al final teórico de la gestación muestran septicemia (debilidad creciente) muriendo antes de cumplirse los cuatro días desde el nacimiento. En cuyo caso, la yegua presenta un desarrollo mamario normal, con presencia de calostro en la ubre.
Las causas no infecciosas, es la existencia de gemelos, que es la más frecuente. La placenta de la yegua cubre la totalidad de la superficie interna del útero, y por tanto la capacidad es múltiple en cuanto al área de fijación al existir dos fetos. Existen tres tipos de situaciones que pueden dar lugar a gemelos de tamaños iguales o desiguales. En la mayoría de los casos, uno de los dos muere, dando lugar a la expulsión de ambos en forma de aborto, entre el 7º y el 9º mes de la preñez.
El aborto micótico es causado por hongos, se conoce como el más frecuente presentándose en el 9° mes. Consiste en que la placenta se engrosa, produciendo un exudado denso y parduzco en la superficie. El hongo que lo produce se va extendiendo progresivamente por la zona y va destruyendo poco a poco el tejido placentario, ocasionando la mala nutrición del feto ocasionando adelgazamiento, el aborto se produce ya que debilita o muere el feto y, por ello, causando la expulsión del útero. Empero los factores capaces de producir este tipo de trastornos pueden presentarse después de los primeros 300 días de gestación; en cuyo caso, los potros son prematuros, aunque nazcan al término, llegan a sufrir trastornos como septicemia o debilidad, reduciendo sus posibilidades de vida fuera del útero materno.

Semental

Los órganos están formados por testículos, epidídimo, conducto deferente, glándulas accesorias, escroto y pene en su cubierta. Alteraciones primarias, que consisten en tumores de los testículos o infecciones producidas por especies de Klebsiella son poco frecuentes. El semental puede sufrir exantema costal que es una infección venérea, producida por virus, y contraída al efectuar el coito con una yegua infectada, se caracteriza por el desarrollo sobre el pene de unas vesículas diminutas, que se rompen y dan lugar a pequeñas úlceras. Es necesario que el animal permanezca en reposo sexual durante unos diez días, para que se produzca su curación. En caso contrario, las úlceras pueden confluir y dar lugar a un dolor intenso.
Los genitales externos son más propensos a lesiones, debido a que el acto coital es controlado por el hombre y existe el riesgo de que una yegua que no se encuentre en la fase apropiada de celo resista al semental. Las lesiones más frecuentes son los hematomas del pene, aunque pueden aparecer golpes sobre el escroto, produciendo hinchazón, para su recuperación se requiere de períodos prolongados de reposo.

Enfermedades del potro recién nacido

Los cuatro primeros días posteriores al nacimiento se les denomina período neonatal, dado que éste es el tiempo en que se establecen los ajustes más importantes, salvo los relativos al alimento, que capacitan al potro para llevar una existencia independiente de la yegua. En este período se empiezan a manifestar también los síntomas de las enfermedades características de esta etapa. Como ya hemos visto, muchos de estos trastornos tienen su origen en la vida intrauterina.
Las enfermedades neonatales se dividen en cuatro grupos, de los cuales los tres últimos son de causa no infecciosa:
Grupo 1: infecciones producidas por bacterias o virus. Los síntomas que se presentan son: pérdida gradual del reflejo de succión, debilidad progresiva e incapacidad para adoptar la posición de succión. Pudiendo culminar en un estado de coma, convulsiones, etc., hasta la muerte.
Grupo 2: síndrome de desorientación neonatal (SDN) el cual se manifiesta por importantes trastornos del comportamiento. Entre ellos se encuentran convulsiones, pérdida del reflejo de succión e incapacidad para reconocer y seguir a la madre. La terminología antigua denomina a los potros afectados de diferentes maneras. El trastorno está asociado a lesiones cerebrales producidas por hemorragia o edema; ello da lugar a intensos trastornos bioquímicos o respiratorios y a efectos secundarios debidos al comportamiento alterado y al estado metabólico.
Grupo 3: Alteraciones anatómicas, el paladar hendido, la boca de loro, las contracturas de tendones, la rotura de vejiga y diversas deformidades de la cabeza, del cuerpo o de los miembros, pueden ser hereditarias o desarrollarse a causa de alteraciones del crecimiento fetal, se atribuyen a infecciones víricas, deficiencias en la nutrición o por la administración de fármacos. Sin embargo, faltan datos concretos acerca del tema, lo cual hace que, actualmente, la etiología de los aspectos anatómicos equinos sea objeto de estudio.
Grupo 4: Anemia izo inmune o Ictericia hemolítica del potro recién nacido. Enfermedad que se caracteriza por la fuerte destrucción de los hematíes del potro por la acción de los anticuerpos que recibe al ingerir el calostro producido por la yegua. Los anticuerpos que son sustancias anti-hematíes, se forman en el torrente sanguíneo de la yegua, a consecuencia del factor hereditario el cual se localiza en los hematíes del potro. Algunos glóbulos rojos del feto cruzan la placenta y pasan a la circulación de la yegua durante la fase de desarrollo fetal, actuando de modo semejante a una vacuna, estimulando a los tejidos maternos para que produzcan un anticuerpo específico contra los glóbulos rojos del potro. Los anticuerpos se agrupan en el calostro, junto con los que tienen un carácter protector, y son absorbidos a través del intestino delgado, inmediatamente después de la primera ingestión de alimento que sigue al parto. El potro desarrolla una ictericia que crece progresivamente, aumenta la frecuencia cardiaca y el ritmo respiratorio al hacer ejercicio, en la mayor parte de los casos, el potro muere en los primeros tres días. Si es detectado a tiempo dicho trastorno, puede prevenirse, evitando la ingestión de calostro durante las primeras 24 horas de vida, período durante el cual se coloca al potro un bozal y se le administra calostro de otra yegua; después será alimentado con leche artificial. Si es conveniente puede mamar la leche de su propia madre tras un plazo de 24 horas, ya que el intestino delgado ha perdido ya la capacidad para absorber el anticuerpo.
El cólico meconial, que es producido por alteraciones digestivas en el paso de los primeros excrementos, es una alteración relativamente simple, que se incluye en el grupo 2.
El tratamiento de las afecciones neonatales las cuales en su mayoría son sintomáticas; tal es el caso de la incapacidad para levantarse, mediante el auxilio de ayudantes y con cuidados generales, dicha incapacidad para levantarse a mamar obliga a alimentar al potro con biberón; la falta del reflejo de succión el cual se soluciona alimentando al potro mediante una sonda gástrica; incapacidad para mantener la temperatura corporal, calentando el pesebre del animal, y la deshidratación, con fluido terapia intravenosa y transfusiones de sangre completa o de plasma; El tratamiento específico consta de la administración de antibióticos contra las infecciones, la corrección quirúrgica de la rotura de vejiga y la transfusión de glóbulos rojos en los casos de ictericia hemolítica.

Enfermedades del potro durante los 2 primeros años de vida

Cuando los potros se encuentran en el periodo de destete pueden sufrir algunos trastornos, como artritis infecciosa y diarrea producida por bacterias, rotavirus, hongos o parásitos (producidos fundamentalmente por el Strongyloides westerii).
Al llegar a una edad avanzada o los que han cumplido el año están predispuestos a enfermedades óseas, ya que durante los primeros 18 meses de vida, los huesos largos de los miembros se desarrollan con gran rapidez. Éste es el motivo, por el cual son vulnerables a los trastornos del crecimiento producidos por desequilibrios alimentarios, infecciones o alteraciones que son el resultado de la crianza, como la sobrealimentación y la falta de ejercicio. Algunos caballos nóveles pueden tener una predisponibilidad hereditaria a estos trastornos óseos, encontramos contracturas de los miembros anteriores como rigidez de las patas delanteras y claudicación, las curvaturas de las patas y la epifisitis.
La epifisítis se produce en la etapa en que se cierra la placa de crecimiento situada al extremo de los huesos largos. Como cuando las placas de crecimiento del extremo inferior de la caña se cierran cuando el potro tiene de 6 a 9 meses, y las del extremo inferior del antebrazo y las de la tibia, a los 18-24 meses. Algunos de los síntomas de la epifisitis son hinchazones firmes y dolorosas que aparecen sobre la zona de la placa de crecimiento; tumefacciones que las encontramos con mayor frecuencia en la cara interna del miembro, exactamente encima de las cernejas y sobre las rodillas (corvejón). Hay varias teorías respecto a la etiología de la epifisitis; de las cuales encontramos una que explica el proceso como una consecuencia de concusión, especialmente en animales con exceso de peso o que reciben una dieta con cantidades desproporcionadas de calcio y fósforo, sobre todo de fósforo.
La hipoplasia cerebelosa es probablemente una enfermedad, hereditaria, la cual afecta a los caballos árabes y de algunas otras razas. Los síntomas, son el cabeceo y la creciente falta de coordinación de los miembros.
También encontramos particularmente susceptibles a los potros con la presencia de neumonía vírica e infecciones pulmonares por Corynebacterium equi, que es el causante de la neumonía estival.

No hay comentarios:

Publicar un comentario