viernes, 4 de mayo de 2012
Biología y Comportamiento
En la naturaleza los caballos son presas de los depredadores y por ello
tienen fuertes instintos de huida y defensa. Su primera reacción ante
una amenaza es asustarse y huir pero también son capaces de defenderse
cuando no pueden escapar o cuando se amenaza a sus crías. Suelen ser
curiosos, y cuando se asustan suelen investigar un instante sobre la
causa de su miedo y no siempre huyen al descubrir que hay peligro. La
mayoría de las razas de silla se han desarrollado por su velocidad,
agilidad, resistencia y estado de alerta; cualidades naturales que
provienen de sus ancestros salvajes. Aunque por la cría selectiva
algunas razas son más dóciles, en especial los caballos de tiro.[41]
Los caballos son animales de manada, con jerarquías claras, liderados
por un animal dominante (generalmente una yegua). Por lo tanto son
animales sociales que establecen vínculos de unión con individuos de su
propia especie y con otros animales, incluidos los humanos. Se pueden
comunicar de varias formas, con vocalizaciones y relinchos de varios
tonos, mediante el acicalado mutuo
y el lenguaje corporal. Muchos caballos son difíciles de manejar si se
separan del grupo, pero con entrenamiento, aprenden a aceptar la
compañía humana, y así se sienten a gusto separados de otros caballos.[42]
Cuando son encerrados sin compañía, y sin recibir ejercicio y
estimulación adecuada pueden desarrollar lo que se llama vicios de
establo, varios malos hábitos de origen psicológico, entre los que se
incluye la masticación de las maderas, dar coces a las paredes, andar
hacia delante y atrás entre otros problemas.
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