lunes, 16 de abril de 2012

Heridas del caballo

Cuando se tiene un buen manejo y cuidado de los animales es casi imposible que sufran golpes, heridas o mataduras, porque éstas generalmente son provocadas por descuidos de las personas. Los golpes mas comunes suelen ser al sacar al animal de su caballeriza porque puede salir bruscamente por lo que se recomienda que tenga un ancho de puerta para salir sin golpearse y el suelo al mismo nivel que el del box. También es frecuente los resbalones en suelos como en los de los pasillos por lo que se recomienda "arrugarlo" o empedrarlo.
Aunque las heridas, en principio, no tienen que suponer ningún problema es conveniente limpiarla y curarla cuanto antes, ya que pueden convertirse en un foco de infección que pueda ocasionar trastornos mas graves. Para esto es recomendable contar con un botiquín en nuestras caballerizas. Ver botiquín.
Lo primero que tenemos que hacer al descubrir una herida es limpiarla. Para limpiarla utilizáramos agua fría sobre la herida de forma suave para contraer los vasos sanguíneos al mismo tiempo que eliminará la suciedad acumulada en la herida. Una vez limpiada podemos determinar la gravedad de la herida (sin hurgar en la herida), si es una herida profunda (que necesite puntos) pondremos una gasa estéril y un vendaje para evitar la perdida de sangre y llamar al veterinario que será el que se encargue del resto del trabajo.
Si es una herida superficial, volveremos a lavar la herida y las zonas que la rodean con una solución salina (una cucharada de sal por litro de agua). Una vez bien lavada protegemos la herida con aceite de ricino o pomada de cinc. Esta primera cura ha de servir para tapar la hemorragia y desinfectar la herida . Una vez curada es conveniente comprobar que la vacuna del tetanos se encuentre al dia.
Si la herida tiene trozos de madera o metal, no hurgue en la herida, el veterinario es el único cualificado para extraérselos.
Ver tambien:

Colicos del caballo

El término “Cólico” significa "dolor de colon" . Hoy en dia, el significado de este vocablo se ha extendido y ahora se considera cólico a cualquier dolor localizado en la cavidad abdominal. Es decir, el cólico se trata de dolencias del aparato digestivo caracterizadas por dolor, y que se acompañan de alteraciones funcionales e incluso en la disposición de las vísceras de la cavidad abdominal.
La palabra cólico es la mas temida en el mundo ecuestre. Todos los que estamos relacionados con el mundo de los caballos hemos oído hablar en alguna ocasión de los temidos cólicos, que actualmente representan entre el 15 y el 20% de los actos clínicos que desarrolla el veterinario dedicado a la medicina equina. El cólico es sin duda la principal causa de muerte en caballos y siempre deberá ser tratado como una urgencia médica. Conocer esta enfermedad, sus síntomas y tratamientos, es por tanto de vital importancia para cualquier cuidador.
El caballo es, sin dudas, el animal que más sufre las consecuencias de los cólicos; la causa está íntimamente relacionada con múltiples y variadas cuestiones que tienen que ver con las características fisiológicas del aparato digestivo del caballo, del comportamiento del animal y de su dieta.
Los caballos poseen un intestino con una longitud aproximada de 30 a 35 metros y una marcada variación en el tamaño de las cavidades. A esto debe sumarse un estómago de tamaño reducido, donde suele haber un rápido tránsito gástrico, enviando al intestino alimentos con insuficiente grado de digestión. Esto se debe a la condición natural del caballo que tiene que tener la suficiente agilidad para poder huir de sus depredadores naturales.
La segunda causa más común son los errores en la dieta. Fundamentalmente relacionados con la calidad, con la cantidad de la ingesta suministrada y con la relación forraje-peso.
Los enfriamientos, la administración de bebidas frías, una masticación deficiente, el estrés... son otros factores de riesgo que pueden desencadenar un cólico.

Causas del cólico

Ante cualquier trastorno se activan los mecanismos de defensa del organismo, ralentizando la movilidad intestina o incluso llegando a detenerla. Lo que provoca una acumulación de alimentos, gases y líquidos que dilatan las cavidades produciendo un fuerte dolor que afecta a la salud del caballo.
  • Mala masticación del alimento por problemas dentales como las "puntas de muelas".
  • Una mala alimentación, no respetando las relaciones de fibra y grano.
  • Alimentos en mal estado.
  • Cambios bruscos en la dieta o en los horarios o la calidad de los alimentos.
  • Dieta compuesta por alimentos muy ricos en energía o muy ricos en proteína.
  • Dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta poco digestible.
  • Pobre consumo de agua, agua muy fría, aguas duras o consumo exagerado de agua después de mucho ejercicio.
  • Parásitos del aparato digestivo que inflaman la mucosa del intestino.

Síntomas de la enfermedad

Cuando un caballo sufre un cólico, mostrará signos evidentes . Es importante fijarse si el caballo presenta síntomas de cólico ya que cuanto antes lo detectemos mas rápido y más probabilidades hay de curarlo. Para ello observaremos al caballo, fijándonos en el estado general del caballo y si esta nervioso, agitado o inquieto. Dependiendo de la gravedad del cólico el caballo no para de moverse por el box, escarbar, tumbarse, sentarse o revolcarse constantemente.
Otros signos importantes son
  • El caballo estira sus miembros para reducir la tensión en la cavidad abdominal.
  • Aumento del tamaño del abdomen en uno o en los dos lados. Además el caballo suele mirarse e intentar golpearse el abdomen.
  • Que no se acabe la comida.
  • Dificultad al orinar o presencia nula de orina. (Lo mismo para las heces).
  • Sudoración excesiva y ritmo cardiaco elevado que puede acabar en un estado de shok.

Conducta a seguir

Es de vital importancia llamar a un veterinario de inmediato , ya que es el unico capaz de determinar un diagnostico y el tratamiento mas adecuado. Además calmará el dolor al caballo y restablecerá el funcionamiento del aparato digestivo. Mientras viene el veterinario se pueden tomar una serie de medidas que ayudaran.
  • Prohibir la ingesta de alimentos y de agua.
  • Llevarle a un lugar en el que no se puede lesionar o golpear si se tira al suelo.
  • Recabar la mayor información posible sobre su estado, lo que ha comido o bebido las ultimas horas, cambios en la dieta, aspecto de las heces,... para decírselo al veterinario cuando llegue.
Recordamos que el veterinario es el único capaz de de dar un diagnostico y que pondrá un tratamiento adecuado dependiendo de la causa que origine el cólico. En algunos casos de extrema gravedad se puede llegar a necesitar una intervención quirúrgica.

La mejor cura, la prevención

Como siempre, prevenir una enfermedad es mejor que curarla y más en el caso de los cólicos. Para ello seguiremos una serie de pautas que reducirán las causas y la probabilidad de que el caballo sufra un cólico.
  • Hacer revisiones dentales periódicamente para corregir las alteraciones en los dientes.
  • Evitar que coman del suelo y realizar tratamientos contra los parásitos gastrointestinales.
  • Prohibir la bebida excesivamente fría.
  • Correcto racionamiento del alimento (cuantas mas tomas al día mejor).
  • Aumentar el forraje y proveerle agua antes de comer.
  • Aplicar cualquier cambio en la alimentación o estancia progresivamente.
  • Ejercicio frecuente.
El cólico puede ser una enfermedad mortal, así que haremos todo lo posible para evitarla y en caso de que se produzca advertir los síntomas y llamar al veterinario inmediatamente. La rapidez con la que se detectan los síntomas, se llama al veterinario y se le administra un tratamiento puede salvar la vida del caballo y evitará posibles secuelas.

Principales tipos de cólicos

lunes, 9 de abril de 2012

Ejercicios de doma

Comprender al caballo:
Sólo un caballo satisfecho, que se encuentre a gusto con su dueño, responderá correctamente a las órdenes que éste le de.
Comportamiento social del caballo:
El caballo es un animal con tendencia a vivir en manada, en un grupo social. Como cualquier grupo, una manada de caballos se estructura a través de unas reglas y una de las más importantes es la jerarquía: cada caballo tiene una posición dentro del grupo, que será importante conocer para poder definir las características de la doma que necesitaremos realizar:
Las yeguas heredan su rango, no tienen que pelear por él, por ello se pueden mostrar hostiles entre ellas, ya que dos yeguas tienen siempre el mismo rango.
El macho debe luchar por alcanzar una posición priviligiada en la manada: esto le da un carácter mucho más duro y agresivo, lo que implica unas características que deberemos tener en cuenta en su doma:
o Su manejo para el trabajo es más difícil.
o Se revelan con facilidad.
o No aceptan las injusticias.

El semental jefe y la yegua jefa conviven al mismo nivel, sin disputarse ambos rangos.
-El caballo de rango máximo (líder) puede echar a cualquier otro caballo del sitio en donde estén, sin ningún tipo de razón.
-El caballo que tiene un rango inferior, no puede pasar por delante de otro con mayor rango. Irá por detrás y lo hará sin quejarse. Esto hace que, en situaciones de peligro, la manada no se disperse; el caballo de rango superior marca la dirección y el resto le siguen.
-Los potros también seguirán a las madres sin separarse jamás de ellas.
-El caballo de rango superior puede empujar a otros, lo hace con objeto de que la manada no se separe y además para rechazar a sementales jóvenes que comienzan a imponerse. Esta es la razón por la que el caballo obedece al jinete: ya que al quedar fuera de su espacio visual, para el caballo es como si el jinete fuera el semental que le está empujando.
Esta jerarquía existe en cualquier raza de caballo y es aceptada por todos sus miembros.
Su visión: el caballo tiene un campo de visión muy amplio, entre 340º y 360º, con las siguientes características:
o Dispone de un campo ciego, que le impide ver en línea recta delante suyo, sobre algo más de un metro.
o La visión lateral con un sólo ojo no le permite percibir el relieve, por eso deberemos permitirle girar la cabeza.
o A pesar de que percibe mal los detalles, es muy sensible al movimiento.
o Puede ver de noche.

Su oído: el sentido del oído en el caballo está muy desarrollado:
o Puede escuchar sonidos imperceptibles para el hombre.
o Sus orejas se orientan hacia el lugar en donde se ha producido el ruido.

Su olfato: es también un sentido muy desarrollado. Pueden llegar a reconocerse por medio de este sentido, siendo el que utiliza el potro para buscar a su madre.

Sus lenguajes: el caballo utiliza diferentes partes de su cuerpo junto con los sonidos para comunicarse, conviene saber qué quiere decirnos con cada uno de estos lenguajes:
-Orejas: nos muestran el estado de ánimo del animal:
o Lánguidas y caídas: significa que el caballo no está a gusto o se encuentra enfermo.
o También es un síntoma de sumisión.
o Erguidas y en movimiento: estado de vigilancia.
o Enderezadas y giradas hacia delante: existe algo que le llama la atención.
o Verticales: significan desconfianza.

Una oreja hacia delante y otra hacia detrás: duda (puede no haber comprendido algo de lo que estamos intentando transmitirle durante la doma).
-Cola: símbolo de energía, sus movimientos también nos informan sobre el estado del caballo:
o En alto: señal de alegría.
o Entre las ancas: sugiere desconfianza.
-Sonidos: a pesar de que el caballo no emite muchos sonidos, deberemos saber qué significa cada uno de ellos:
o Bufido: cuando el caballo expulsa aire por su nariz, es símbolo de contento.
o Mugido: indica temor o desconfianza ante algo que no conoce.
o Gruñido: señal de dolor.
o Chillido: normalmente es breve y agudo, y suelen ser las hembras quienes lo emitan, para manifestar su mal humor (casi siempre cuando se encuentran delante de otra yegua).
o Relinchos: existen multitud de ellos, pero los más comunes son producidos por nerviosismo o cuando un caballo es apartado del resto de la manada, para llamar a sus compañeros.
Llevar al caballo de la mano :
Por delante: el caballo no debe adelantar a la persona, en caso de que lo intente le daremos un tirón de la cabezada. Si no reacciona, nos pararemos y pondremos nuestro codo en la nariz.
En caso de que eso no funcione, llevaremos al caballo de una cadena de cual tiraremos en caso de desobediencia.
Una vez que el caballo ha entendido que esa es su posición, podremos comenzar a realizar otros ejercicios, como enseñarle a parar cada vez que nosotros lo hagamos.
Para ello, en las primeras ocasiones avisaremos al caballo de nuestra parada a través de un "ho" o bien "Alto", más tarde el caballo deberá parar al apreciar que el jinete lo hace.
Esto nos servirá para hacer que el caballo sea más cómodo de llevar pero lo que es más importante: mantiene la atención del animal centrada en el jinete.
Después podremos intentar realizar el mismo ejercicio pero al trote. También podremos enseñar al caballo a ir hacia detrás.Guiar al caballo desde detrás: para lo cual precisaremos de una cuerda o rienda de un tamaño tal que nos permita andar junto al posterior del caballo.
De esta forma, guiaremos al animal como lo haría el semental de la manada: empujándolo. Llevar al caballo de esta forma, tiene una ventaja fundamental: en caso de que el animal perciba algún peligro, instintivamente tratará de correr hacia delante, si nos encontramos allí podrá causarnos algún daño; yendo por detrás evitamos esta situación.
Aumenta la relacion de confianza con tu caballo:
Dejar al caballo libre en una zona cercada. Este lugar deberá tener unas dimensiones aproximadas de 10 x 6 metros.
Entraremos en él junto al animal.
Le hablaremos con voz tranquilizadora, relajada pero segura; en tono bajo.

No nos acercaremos a él, sino que esperaremos a que sea el caballo quien se nos aproxime. Una vez que lo haga le daremos libertad, dejando que nos estudie con calma, que nos huela, que nos analice... Cuando ya haya tomado algo más de confianza será cuando nosotros procederemos a comenzar a acariciarle, siempre de forma pausada; sin hacer ningún movimiento brusco, que podría asustarle.
Una buena idea es darle golosinas o azúcar, con el fin de hacerle ver que somos sus amigos.
Con estos pasos, de forma calmada, conseguiremos ganarnos su confianza; pero eso sí no deberemos tener prisa en ningún momento, puesto que eso podría echar por tierra el trabajo andado.
Debemos tener en cuenta que si el caballo confía en nosotros nos será mucho más fácil limpiarlo, colocarle el equipo....
Recordemos que un caballo, sobre todo si es joven, nunca debe ser obligado a hacer algo, sino convencido para hacerlo.
Jugar con el caballo:
Cuanto más inteligente sea un caballo, más despierto será y más ganas tendrá de jugar. Esto nos dice además que se trata de un buen caballo para trabajar y que seguramente aprenderá con facilidad; pero debemos ejercitar su inteligencia jugando con él.
El juego reporta gran cantidad de ventajas, tanto para el domador como para el caballo:
Nos permitirá conocer mejor las características de nuestro animal, durante el juego podremos observar movimientos que el caballo no desarrolla durante el trabajo cotidiano.
Supone una motivación para el caballo. Eso sí, deberemos dejar bien claro desde el principio qué es un juego y qué es el trabajo (para ello podemos, por ejemplo, dejar al caballo suelto durante el juego y amarrarlo cuando deba trabajar).
El desarrollo de actividades de este tipo aumentan la capacidad de atención del animal ya que presta atención de una manera totalmente voluntaria.
El juego puede utilizarse además para entrenar la confianza del caballo; para ello colocaremos diferentes elementos que él puede considerar peligrosos (como por ejemplo una pelota), de los que en principio rehuirá pero al poco tiempo podremos ver como se divierte con ellos.
La libertad de poder huir ante una situación que le sugiere peligro y volver por su propia iniciativa es la mejor forma para hacerle perder el miedo. A esto se suma además que si durante todas estas situaciones el caballo se ve acompañado de su domador, podrá llegar a perder el miedo ante cualquier situación si nota su presencia.
Tenga en cuenta estas premisas a la hora de jugar con su caballo:
* Debe ser usted el que lleve la iniciativa en todo momento, ya que de otra forma podríamos vernos en situaciones de peligro.
* No conviene jugar sin ir protegidos ya que, aunque sea sin intención, el caballo puede causarnos alguna lesión. Deberemos por tanto llevar fusta larga o tralla.
* Evite que el caballo se levante de manos, puede ser sumamente peligroso.
En caso de que lo haga, usted deberá evitar echarse hacia atrás, ya que con ello lo único que conseguirá es que el caballo se de cuenta de que con este movimiento puede conseguir dominarle, con lo que lo podrá utilizar en otro momento.
Correcta posicion de jinete:
Básicamente podemos decir que la postura correcta se basa en los siguientes puntos:
*Mantener el cuerpo recto y erguido; lo que nunca deberá confundirse con tenso o rígido.
*La cabeza deberá estar alta.
* Piernas estiradas, largas, poniendo especial cuidado en que se mantengan en constante contacto con el caballo, a poder ser en toda su longitud.
* Los talones deberán estar más bajos que la punta del pie.
* Brazos caídos en posición natural, desde los hombros.
* Codos doblados.
* Puños cerrados de manera relajada.
Una vez que somos capaces de tomar esta postura, el siguiente paso es el disponer del temperamento para mantener la concentración. Al realizar giros o círculos, el caballo puede desestabilizarnos, algo para lo que debemos estar perfectamente preparados.
Embridar el caballo:
Colóquese al lado izquierdo del caballo y posicione las riendas sobre el cuello del mismo, para que no caigan al suelo. * Sostenga la brida por la testera y entre las orejas del caballo, ofreciéndole con la mano izquierda extendida, el bocado en los labios.
* En caso de que no abra la boca, deberá presionar con el pulgar en las barras de la boca, allí donde debe colocarse el bocado y donde no hay dientes.
* Eleve la brida e inserte el bocado en la boca, después con sumo cuidad y agachándole las orejas hacia delante, coloque la testera sobre la nuca.
* Tense las correas y ate las hebillas.
* Para saber que está correctamente colocada, deberá comprobar que entre el ahogadero y la cabeza puede poner la mano, mientras que entre la muserola y la mandíbula, puede meter dos dedos.
Ensillar el caballo:
Colocación de la silla
Antes de ensillar a nuestro caballo, deberemos fijar la cincha por el lado exterior, pasándola sobre la silla, con los estribos montados y sin balancearse. Cuando va a llevar martingala, estos deben colocarse antes de pasar la cincha, para evitar que se enrosque en ella. Comprobaremos además que el estribo esté ámplio y nuestro pie pueda entrar y salir sin dificultad.
*Si utilizas sudadero o mantilla bajo la silla, colocalo primero sobre el dorso del caballo, ligeramente adelantado en la dirección de la cruz. Debe quedar plano y equilibrado bajo la silla, fijado firmemente para que no se deslize.
*Sitúa la silla encima del sudadero y fija este en el arco de la silla. Desliza la silla hacia abajo y hacia atrás hasta conseguir la posición correcta, dejando el pelo plano. Afirma el enguatado contra la silla.
*Deja caer la cincha, que se abrocha por el lado de fuera, hasta su posición correcta. Da la vuelta por delante del caballo para abrochar la cincha por el lado de dentro, a las dos primeras correas de la cincha, o a la primera y la tercera.
*Aprieta poco a poco la cincha hasta que no pueda deslizarse, sin llegar a pellizcar la piel del animal. Las hebillas han de estar niveladas. Deben quedar al menos tres agujeros de cincha por encima de la hebilla de cada lado. Debes poder deslizar la parte plana de tus dedos por debajo de la cincha.
*Desliza los estribos hacia abajo para poder montar.
*Para quitar la silla, sube los estribos. Desaz la cincha sobre un lado y pónla sobre la silla. Sosten el sudadero y la silla juntos, levanta la silla moviéndola ligeramente hacia atrás.
Ayuda de las piernas:
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el caballo no tiene por qué entender con perfecta claridad el significado de estas ayudas, por lo que es tarea del domador ir enseñándoselas para que responda a ellas.
Este es el principal motivo por el que resulta tan importante que cada vez que las utilicemos lo hagamos de manera clara, realizando movimientos tales que resulten de muy fácil asimilación para el caballo y repetición para el jinete: tenga en cuenta que cuanto más fácil sea su aplicación, más sencilla será su comprensión.
En este proceso de aprendizaje no debemos de olvidarnos de la necesidad de premiar el trabajo bien hecho para que éste sea correctamente asimilado.
Y por supuesto, resulta imprescindible tener en cuenta que cada caballo es un individuo único, por lo que cada uno responderá de manera diferente ante la misma ayuda.
Sin lugar a dudas uno de los principales medios que tiene el jinete para dar estas ayudas, es a través de sus piernas
Mientras permanece sentado, el jinete deberá mantener sus piernas quietas, en constante contacto con el cuerpo del caballo a lo largo de una superficie lo más larga posible. En esta postura podemos aumentar o disminuir la presión ejercida sobre los costados, transmitiendo al caballo la orden de dirigirse hacia delante, hacia atrás, a un lado... A continuación le explicamos cómo hacerlo:
* Pierna activa: para crear un movimiento hacia delante, las dos piernas del jinete deberán ejercer una acción de toques firmes sobre los costados del caballo, a la altura de la cincha.
Tenga en cuenta que aumentando la presión producirá más energía, lo que puede traducirse en un incremento de la velocidad.

Si una pierna se encuentra retrasada detrás de la cincha y se usa de modo activo, su efecto será el de conducir los posteriores del caballo en la dirección opuesta, alejándose de la pierna aplicada.
* Pierna pasiva: se utiliza para reforzar la pierna activa, especialmente a través de las espinas y sobre el círculo. Si el caballo tiene tendencia a retorcerse en estas situaciones, se le puede dar soporte con una pierna interior muy firme, que a la vez puede activarle hacia delante.
Además puede ayudarle en la dirección y como refuerzo, aplicando la pierna exterior por detrás de la cincha de un modo pasivo, para evitar que los posteriores se salgan hacia fuera.
Premios y Castigos:
Lo primero que debemos tener en cuenta es que un caballo puede aceptar un castigo si entiende su por qué; pero nunca lo aceptará sin que se le de una "explicación" (relacionarlo con un comportamiento indebido) y puede llegar a rebelarse.Además, para que un caballo relacione una acción como correcta o inadecuada el premio o el castigo deberán dársele de forma inmediata.
* Premios:
o Golosinas: que no deberán ser dadas al caballo sin ton ni son, ya que acabaría por ser un vicio. Debemos reservarlas únicamente para agradecer una buena conducta y ofrecerlas sólo de forma esporádica.
- Descansos: son el premio óptimo después de haber realizado un ejercicio que haya resultado duro o peligroso para el caballo.
- Ofrecer seguridad y tranquilidad: para ello debemos mostrarnos firmes pero tranquilos, un domador que grita o que hace movimientos bruscos puede hacer desconfiar al caballo. De ahí a importancia de que utilicemos una voz tranquilizadora, teniendo en cuenta que este animal es enormemente sensible al ruido.
- Imitación de comportamientos equinos: realizar movimientos que desarrollan estos animales cuando están en manada puede resultar enormemente gratificante para el caballo. Algunos de éstos son:
- Pasar un brazo por encima del cuello: ya que imitamos el comportamiento de la yegua cuando protege a su cría y ofrecemos así una importante sensación de seguridad.
- Rascar detrás de la oreja: imitamos los cuidados mútuos que se ofrecen los caballos.
- Echar la respiración sobre el cuello o los ollares: otro cuidado mútuo entre estos animales.
- Rascar.
- Acariciar puntos sensibles: cada caballo posee unos puntos especiales en los que le gusta ser acariciado, deberemos buscarlos para utilizarlos como premio.

*Castigos:
- Gritos o voz fuerte: no debemos abusar de ellos ya que podríamos acostumbrar al caballo, de forma que sólo obedecerá ante ellos.
- Lenguaje corporal: ponerse erguido, hacer gestos con los brazos.
- Tirón sobre la nariz: debe ser breve pero firme.
- Toques con la fusta o tralla: estos elementos deben utilizarse como ayuda, no para castigar al caballo ya que si les coge miedo huirá de ellas y no podrán utilizarse para dirigirlo. Para castigar con ellos daremos únicamente un toque breve y firme, pero nunca una paliza.
- Imitar castigos que realizan los propios caballos:
- Simular una coz, con un puntapié.
- Imitar un mordisco, con un golpe con el codo.
Por último conviene que tenga en cuenta que no se puede domar a un caballo si no se hace de forma autoritaria, ya que está dentro de su naturaleza. Un castigo dado a tiempo evitará que pierda el control sobre el caballo; pero nunca este castigo deberá ser fuerte o causar daño al animal.
Debemos evitar los castigos de carácter emocional cada castigo deberá ser diferente, ya que de otra forma el caballo lo esperará y podrá reaccionar antes de darnos tiempo de hacerlo efectivo.

Trucos para caballos

AGUAS EN LAS OREJAS:
A la hora de asear al caballo, debemos tener en cuenta que es totalmente necesario que el agua no le alcance las orejas.
El agua en las orejas le provocará la pérdida total del equilibrio, pudiendo llegar a desplomarse contra el suelo en el acto.
Alargar el Tranco: Si queremos que nuestro caballo alargue el tranco, existe un sencillo truco que puede sernos útil:
1- Armaremos dos caballetes, colocándolos inicialmente a una distancia inicial de 1,35 metros uno del otro.
2- Pasamos al caballo a un trote animado, unas cinco veces por ambas manos. Una vez realizado el ejercicio, pasaríamos a ir aumentando la distancia entre los caballetes, cada vez más alargado y continuamos practicando con el animal.
3- También podemos proceder a ir elevando los caballetes con el fin de conseguir un tranco más largo y levantado.
Atravesar el Agua: Por naturaleza el caballo tiene miedo al agua; un temor que se acentúa si no es capaz de apreciar el fondo. Debemos intentar acostumbrarle para que no se convierta en un problema.
 
TRUCO:
- Debe salir a pasear con el caballo en los días de lluvia, verá como el agua no le hace daño y se acostumbrará a pasar por encima de los charcos, ya que cuando el camino está inundado siempre terminará por avanzar por los caminos llenos de charcos.
- Oblíguele a pasar por encima de los pequeños lagos, aunque sea con la ayuda de otras personas que empujen del animal. Para ello, le recomendamos que lo haga de la manera que aparece en el dibujo.
- Una vez dentro del agua, conviene que le mande parar y que le acaricie, para que note que no pasa nada y pierda el miedo inicial.
- Tenga en cuenta que el caballo entrará mucho más fácilmente en el agua si tiene sed.
- Tenga cuidado: si un caballo patea en el agua, seguramente se va a tumbar, puede evitarlo obligándole a avanzar.
Conocer el peso de nuestro caballo es una cuestión de importancia en algunas ocasiones; como por ejemplo, a la hora de suministrarle determinados medicamentos (cuya cantidad suele calcularse en función del peso del animal), o simplemente para administrarle la comida que realmente necesita .
Pero no siempre resulta fácil calcular este peso, debido a la envergadura de nuestro animal. Existe un método bastante sencillo para conseguirlo; se trata del método del veterinario Crevat que se basa en la medición del perímetro torácico.
Tomaremos esta medida al nivel de la novena costilla (justo detrás de la cruz); y la expresaremos en metros, con dos decimales.
La fórmula que debes aplicar para calcular cuando puede pesar tu caballo es la siguiente:
Peso en Kilogramos = Perímetro torácico x Perímetro torácico x Perímetro torácico x 80.
En ocasiones nuestro caballo necesitará utilizar vendas de reposo. Éstas pueden ser enormemente útiles en determinadas situaciones, pero para sacarles el mejor partido resulta imprescindible que sepamos colocarlas correctamente.
Es preciso colocarlas sobre protecciones acolchadas, siguiendo los siguientes pasos:
Comenzaremos dando dos vueltas “muertas” a media canilla.
Enrollamos después cruzando las vueltas, hasta la parte baja de la cuartilla.
Continuamos subiendo, de modo que el enrollado finalice arriba, con la juntura colocada en el exterior.
Practique un par de veces, para conseguir finalizar a la altura correcta.
Una crin limpia y brillante puede modificar casi al cien por cien el aspecto de nuestro caballo, mejorándolo totalmente.
Existe una receta casera, muy sencilla, que podrá serle de gran ayuda para este fin. Mezcle en un recipiente:
Una cucharada sopera de aceite de hígado de bacalao.
Una cucharada sopera y media de flor de azufre.
Diez cucharadas soperas de aceite de oliva.
Proceda a lavar las crines y después aplique esta mezcla con un cepillo.
Deje secar correctamente, podrá comprobar como las crines brillan, incluso con abundantes reflejos.
En ocasiones es útil que nuestro caballo permanezca quieto sin estar guiado por el jinete y sin que tengamos la necesidad de atarlo, para evitar esto haga lo siguiente:
Ate una cuerda al bocado del freno.
Cuando el caballo trate de avanzar, tire de la cuerda desde detrás, sin que le vea.
De esta forma el caballo, que se cree solo, recibe la orden de estar parado sin saber de quien viene. Si repetimos la operación varias veces, conseguiremos que permanezca inmóvil incluso sin contar con nuestra vigilancia.
Saber si nuestro caballo ve bien: Muchos cuidadores comprueban la buena salud visual de su caballo acercando la mano al ojo del animal.
Esta no es una buena forma de hacerlo, puesto que sin duda cerrará el ojo, impulsado por un acto reflejo, lo cual no tiene por qué significar que el caballo vea bien.
Aunque no vea por ese ojo, el caballo lo cerrará, impulsado por el pequeño movimiento de aire que provocaremos.
El método más adecuado para realizar la comprobación es acercando un único dedo al ojo, de forma pausada y sin movimientos bruscos que generen aire. Si haciéndolo así el caballo cierra el párpado, podremos estar seguros de que ve por ese ojo.
En ocasiones es conveniente que el caballo se mantenga tumbado, fundamentalmente después de un accidente para evitar que se lesione o para hacerle las curas pertinentes
Truco:
Ponga una rodilla en la testera del caballo y la otra sobre el extremo de su cuello.
No le tape la visión: podría asustarse y ponerse nervioso.

Además tenga en cuenta que deberá separarse cuando el caballo se vaya a levantar ya que sino puede lesionarle sin querer (necesita espacio para ponerse en pie).
La forma oficial de medir a un caballo es tomando como referencia la altura de su cruz: mediremos desde el suelo hasta la cima de su cruz, punto que es fijo en un caballo que esté de pie.
Así suele suceder que dos caballos de la misma talla parezcan muy diferentes. Esto nos lleva a contradicciones como que un caballo pequeño que tenga una cruz peculiarmente salida, será de un tallado más grande que otro que pueda parecer mayor pero que tenga la cruz hundida.
En definitiva, la forma oficial de medida no tiene porque estar relacionada con la altura aparente del caballo
Lo primero que debe tener en cuenta es que, para que el nombre sea fácilmente reconocible por el caballo, debe ser lo más breve posible, de dos sílabas a poder ser. Si no es así conviene ponerle un sobrenombre (que se aproxime lo más posible al nombre verdadero).
Para que lo reconozca podremos valernos de este truco: Ataremos al caballo en un lugar en el que se encuentre solo;
Pronunciaremos su nombre sin que nos pueda ver, a lo que él reaccionará por pura curiosidad.
Después iremos hacia él y le daremos una golosina.
Debemos repetir esta acción varias veces, de forma que el caballo terminará por asociar a ese nombre una sensación agradable, por lo que responderá a él.No debemos olvidarnos nunca de dar una pequeña recompensa al animal por su respuesta, aunque sea simplemente en forma de caricia.